El hogar es la fuente de la que manan, y el océano al que arriban, todos nuestros vínculos. Por eso es también la diana en la que impactan los misiles a nuestra línea de flotación, que lanzan quienes nos quieren solos, estresados y manipulables. En ese espacio de libertad, ternura y reciedumbre, el vínculo con el varón (esposo y padre) es esencial. De por qué es tan importante, qué ataques recibe y cómo preservarlo hablamos con María Calvo, autora de una decena de libros sobre feminidad y masculinidad, esposa de Pablo desde 1992 y madre de cuatro hijos.