Los hijos reciben muchas influencias fuera de casa, pero la más duradera es la que ejercen sobre ellos sus propios padres. El hogar es la verdadera catapulta para que los hombres y mujeres ingresen al complejo mundo que nos toca vivir. El hogar es la legítima plataforma de lanzamiento. Hay muchos padres que se lamentan por no tener buena relación con sus hijos adolescentes o jóvenes, y eso es muy triste. La buena inversión en la niñez facilitará en gran manera la conexión que será necesaria en las etapas de la adolescencia y la juventud. Comparto algunos puntos que a nosotros como padres nos han ayudado con nuestros hijos.
1- Ámelos. Para muchos padres esto parece algo tan obvio que suena a infantilismo, pero los niños no lo piensan así. Una de las principales causas por las cuales los adolescentes huyen de sus hogares a destruir sus vidas en las drogas, las pandillas, las conductas autodestructivas, el suicidio, o abandonarse a la desidia, es debido a su sentimiento de que no son amados. No estamos hablando de que criar hijos consentidos, o sobreprotegerlos, sino de mostrarles cariño, la sonrisa oportuna en el diario vivir, el pequeño regalo sin motivo especial. Esos factores representarán para ellos un gran apoyo en su maduración. Si hay algo importante en la vida de los hijos, es que tengan plena certeza del amor de sus padres.
2- Respételos. Es muy sano que los hijos respeten a sus padres, pero ¿los tratan ustedes a ellos siempre con respeto también? “Las reglas morales no se predican, sino que se aprenden con el ejemplo”. Un niño aprende a ser respetuoso cuando ha visto y ha gustado el valor de ser respetado, puedo decir que esto difícilmente falla porque lo he puesto en práctica en nuestro hogar por más de 30 años. ¿Se ríe usted de sus hijos frente a otras personas? ¿Los ha insultado alguna vez por algún error o equivocación? No los atormente con retos abusivos, o faltas de consideración a sus verdaderas necesidades y vivencias.
3- Establezca límites. Las reglas de conducta a lo interno del hogar, cuando son claras, justas y explícitas, proveen de seguridad a los hijos, especialmente cuando tienen que encarar valores y estilos de vida diferentes de los suyos. Es de suma importancia que los chicos sepan que las reglas no son antojadizas, existen principalmente para protegerles. Antes de establecer límites tenga presente que reglas sin conexión en amor, solo producen rebelión.