Lo que los padres necesitan…

Cuando hablamos de formar hijos en este tiempo, muchas personas nos dicen que es algo realmente difícil, que no es fácil cuando luchan contra un sistema que ha venido poniendo todo en su contra.

Por supuesto, estamos hablando de padres y madres responsables. Personas que se saben garantes de menores de edad que aún están aprendiendo todo acerca de la vida y que necesitan cercas de seguridad que les limiten a la vez que potencien sus cualidades.

Que importante resulta para estos padres, que, si bien en las escuelas y colegios se enseñe a sus hijos sobre derechos, que antes no se hacía, se les enseñe sobre sus obligaciones para con la familia, compañeros y sociedad. Que los padres y madres no sólo tienen obligaciones sino también potestades, dadas por ley, para actuar en procura de formar seres humanos de bien para la comunidad.

Que los padres puedan seguir actuando en la corrección no abusiva, pero si firme del carácter de esos jovencitos, es vital. Si bien, muchos hijos no están de acuerdo con sus padres, aceptan el derecho que estos tienen para criarlos y establecer normas. Lo cual no significa que les gusten las normas, sobre todo en la adolescencia, pero sí que los seres humanos hallan una sensación de paz y seguridad cuando el sistema familiar es claro y firme.

La familia es y seguirá siendo ese espacio, que, en primera instancia validamos y del cual tenemos las más significativas nociones sobre autoridad y respeto. Le conviene al país que los hijos respeten a sus padres, y que los padres respeten y se comprometan con la crianza de los hijos.

Generar estrategias como:

1.Enseñar buenas prácticas para la crianza a padres y madres, por medio de escuelas para padres, con un enfoque balanceado que promueva el respeto mutuo.

  1. Identificar desde los centros educativos a aquellos padres que son irresponsables y diferenciarlos de los que están ocupando realmente soporte para ejercer su labor. Aplicando sanciones de ser el caso.
  2. No quitar autoridad a los padres, madres y educadores responsables. Si no más bien apoyarles en su gestión.

Estamos en un momento crítico en la sociedad costarricense. Las tasas de delincuencia juvenil y la crisis en las familias demandan acciones certeras.

Si algo no se ha hecho bien, en los mensajes que se han dado desde los enfoques más modernos, hay que reconsiderarlos. Sólo los ríos no se devuelven.